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Turismo de Junín de los Andes

SAN IGNACIO

Desde el 13 de agosto de 2009, los restos del “Beato Ceferino Namuncurá” descansan cerca de sus familiares, en la Comunidad Mapuche Namuncurá, Paraje San Ignacio, Provincia del Neuquén,Patagonia Argentina.

UN POCO HISTORIA
Ceferino Namuncurá nació el 26 de agosto de 1886 de la unión del Cacique Manuel Namuncurá y de Rosario Burgos, cautiva chilena. Su abuelo, el gran cacique Calfucurá («piedra azul»). Ante la imposibilidad de seguir luchando, el padre de Ceferino se rindió en 1884, recibió el grado de coronel y se le asignó un pequeño territorio para que se asentase con su gente a los alrededores de Chimpay, donde existía un fortín militar.
De muy niño, Ceferino cayó a las aguas del río Negro y fue arrastrado por la corriente, pero se salvó de morir, lo que los suyos siempre vieron como un milagro.
Ceferino fue bautizado a los dos años, el 24 de diciembre, por el sacerdote misionero Domingo Milanesio.
A los once años fue llevado a estudiar al Colegio Militar de la Nación, aunque durante su travesía por Buenos Aires no se sintió bien y pidió a su padre cambiar de escuela. Entonces, el niño mapuche fue llevado al Colegio Salesiano Pío IX, en el barrio porteño de Almagro, donde tomó la Comunión por primera vez en 1898.
En sus años de estadía en Buenos Aires, Ceferino se enfermó de tuberculosis, razón por la cual se trasladó hasta Viedma, donde conoció al enfermero Artémides Zatti. quien fue canonizado el 9 de octubre del 2022

Junto con monseñor Juan Cagliero viajó a Roma, también de la orden de los salesianos. Allí fue recibido por el Papa Pío IX y permaneció estudiando en el colegio salesiano de Frascatti, de la localidad de Villa Sora. El médico que trataba su afección, que empeoraba
notablemente con el paso de los días, lo llevó con el médico personal del Papa, quien lo atendió e internó en el hospital Fatte Bene Fratelli, donde murió el 11 de mayo de 1905.
El camino que llevó a su beatificación comenzó a desandarse en 1945, cuando la Iglesia Católica comenzó a estudiar la vida del llamado Lirio de la Patagonia. Doce años más tarde, el Papa Pío XII aprobó con su firma la comisión de introducción de la causa.
El 22 de junio de ese año, Pablo VI promulgó el decreto por el que se declaró a Ceferino como «venerable», paso previo a la beatificación.
La beatificación llego en noviembre de 2007, la ceremonia fue llevada a cabo en Chimpay
Los restos de Ceferino, fueron repatriados en 1924 desde Italia y llevados al extremo sur del territorio bonaerense, donde quedaron a cargo de sacerdotes salesianos
Los restos del beato Ceferino Namuncurá se trasladaron desde Fortín Mercedes, en la provincia de Buenos Aires, a la comunidad mapuche de San Ignacio, en Neuquén, en agosto del 2009.El traslado se realizó en respuesta a un pedido de la familia de Ceferino y con la autorización del Vaticano. La urna con las cenizas fue recibida en San Ignacio con una ceremonia religiosa.

EL SANTUARIO

Al llegar al lugar, nos encontramos con una edificación que llama la atención. Se trata de un santuario en forma de kultrún gigante (un tambor sagrado típico de la cultura mapuche), construido con madera entramada, techo de chapa y ventanas en forma de rombo con vidrios de colores. En ellas se encuentra inscrita la frase que caracterizó al joven: “Quiero ser útil a mi gente”.

El santuario tiene ocho metros de diámetro en la base y doce en la parte superior, con una forma circular. Además, su diseño permite a los fieles y visitantes desplazarse en su interior alrededor de los restos del beato, conservados en una fosa excavada en la roca, ubicada en el centro.

La conmemoración del traslado de los restos de Ceferino hacia San Ignacio se realiza cada noviembre en este predio.